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Monitores de bibliotecas carcelarias compartieron experiencias en torno al fomento lector en la población penal

Por segunda vez

Monitores de bibliotecas carcelarias compartieron experiencias en torno al fomento lector en la población penal

Publicado el 03/12/2018
Actualmente la iniciativa está inserta en todas las regiones del país, en más de 43 Recintos Penitenciarios públicos y culminará el año con 61 bibliotecas abiertas en cárceles.

Los días 28 y 29 de noviembre se realizó en Santiago el “2° Encuentro Nacional de Monitores del Plan de Fomento Lector en Recintos Penitenciarios”, organizado por el Ministerio de la Cultura, las Artes y el Patrimonio a través del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas.

En la actividad que se llevó a cabo en el Museo de la Educación participaron 14 monitores de los talleres de fomento lector que se imparten en bibliotecas de recintos penitenciarios chilenos.

A través de diversas dinámicas de trabajo, el encuentro consiguió generar instancias de reflexión en torno al enorme desafío que significa fomentar la lectura en la población penal chilena. Además durante estas dos jornadas se propició el intercambio de perspectivas y experiencias entre monitores de talleres provenientes de distintas partes del país.

“Esto se suma a las capacitaciones a los nuevos encargados de Bibliotecas, que se realizaron durante noviembre en las ciudades de Angol, Tocopilla y Santiago, que tuvieron como objetivo preparar a las personas que serán las responsables de ejecutar el Plan en las nuevas 18 cárceles”, explicó el coordinador del Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios, Miguel Rivera.

El Plan es una iniciativa implementada el año 2015 que a la fecha está presente en 43 recintos penitenciarios del país y que al finalizar este año llegará a 61 cuando se inauguren otras 18 bibliotecas en distintas cárceles del país.

El principal objetivo de la gestión bibliotecaria en los recintos penitenciarios es hacer de las bibliotecas verdaderos espacios de acercamiento a la lectura, inspiración y creación, donde las personas que viven en contextos de encierro tengan una nueva oportunidad de expresarse y encontrarse.

En líneas generales el Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios, se estructura a través de tres aristas: la implementación total de la biblioteca, la capacitación inicial y continua del encargado de la biblioteca – usualmente un funcionario de Gendarmería – y, finalmente, la dinamización de la colección bibliográfica, a través de diversos talleres de fomento lector, concursos literarios y estrategias de difusión, internas y externas.

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