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Leer, la excusa perfecta para compartir


Desde el año 2012 han proliferado en la Región de Los Ríos los clubes de lectura, iniciativas nacidas en el seno de las bibliotecas públicas y que hoy se alzan como espacios comunitarios de encuentro para sus habitantes.

Por Álvaro Henríquez E.

Victoria Ovalle (55 años) integra hace más de un año el club de lectura de Corral. A diferencia del resto de los participantes sus preferencias literarias no se inclinan por la novela romántica. Lo suyo es dejarse llevar por el misterio y la intriga de tramas con trasfondo investigativo. Por eso títulos como "El Código de Da Vinci" (Dan Brown) están entre sus favoritos. Pero igual lee todo lo que llegue a sus manos.

Una vez al mes se reúne con su club de lectura, que no supera los diez integrantes, sólo para comentar e intercambiar ideas sobre el libro que acaba de leer. Las reuniones se realizan en la Biblioteca Pública de Corral y los títulos son asignados por el coordinador del grupo, quien les hace entrega de un ejemplar a cada miembro, en su mayoría mujeres adultas, casadas y con hijos. Ellas mismas fijan el día del mes siguiente en que volverán a juntarse con el texto ya leído.

Con cada nuevo libro se les presenta un universo distinto al anterior, un nuevo desafío al que acceden gustosas y que se acaba cuando deben comentar su lectura con los demás. Ahí todo vuelve a comenzar de cero. "Me ha servido para conocer más personas y entablar amistad con ellas. Tenemos acceso a buenos libros y podemos comentarlos entre todos", afirma.

Experiencias como la de Victoria se replican actualmente en gran parte de las comunas de la Región de Los Ríos, donde desde 2012 han proliferado los clubes de lectura en torno a las bibliotecas públicas.

La iniciativa fue recogida por la Coordinadora Regional de Bibliotecas Públicas de la Dibam, Yohanna del Río, durante una pasantía que realizó en Andalucía, España. "Ahí pude ver de cerca que este era un servicio bibliotecario instalado en forma permanente. En base a la metodología que ellos implementaron, nosotros como equipo iniciamos la presentación de proyectos para adjudicar financiamiento y empezamos a crear nuestros propios clubes de lectura", explica.

Así nació el club de lectura de la Coordinación Regional, como una forma de motivar a las bibliotecas para que desarrollaran experiencias similares como instrumento de fomento de la lectura. Paralelamente, un proyecto financiado por el Fondo del Libro permitió conseguir recursos para crear dos clubes de lectura en la Biblioteca Pública de los Lagos.

La idea resultó todo un éxito. Ya a principios de 2013 se habían conformado clubes de lectores en las comunas de Valdivia, Corral, Paillaco, Río Bueno, Los Lagos, Mariquina, Lanco, Máfil y Panguipulli, todos activos y funcionando al alero de sus respetivas bibliotecas públicas.

"Es un servicio que recién se está posicionando en las bibliotecas producto de la propia motivación de los usuarios, quienes manifiestan interés y deseos de reunirse en torno a un libro, lo que a mi juicio es muy positivo", comenta Sandra Anoni, encargada de Fomento Lector de la Coordinación Regional.

LEER, REUNIRSE, CONOCERSE Y COMPARTIR

Aunque fomentar la lectura fue el principal propósito del proyecto, a poco andar sus gestores se dieron cuenta de que los alcances de la iniciativa sobrepasaban ampliamente las expectativas iniciales. Junto con contagiar el gusto por los libros a un público poco lector, estos clubes han sido clave en la articulación de las comunidades locales, generando espacios de encuentro para que vecinos de una misma localidad que antes no se conocían puedan reunirse y compartir.

Iván Espinoza, escritor local y encargado de la ejecución de clubes de lectura en Paillaco, Río Bueno, San José y Valdivia, ha sido testigo directo de este fenómeno. "Es tan notable porque tú ves que se forman vínculos y la gente espera las reuniones. El libro en el fondo es como una excusa (...) Ellos no conocen mucho, no tienen mucha idea de la literatura, pero han aprendido bastante. Pero más que eso, el libro es como una excusa porque ellos después conversan de sus propias experiencias y ya el texto leído es una forma de poder hablar, de poder expresarse y comunicarse, que es yo creo la necesidad que estamos cubriendo y es lo que me gusta".

"Te puedo decir que ahora son todas amigas en los grupos, que son en su mayoría mujeres. Ahora se conocen y están programando seguir, porque no quieren terminar los clubes", concluye.

El café, el té, el mate y las galleras no pueden faltar en las reuniones. Mientras debaten y comentan el final de alguna novela, muchas aprovechan de avanzar en su bordado en punto cruz. Siempre hay más de una que confiesa haberse sentido tocada con la trama o identificada con la suerte de algún personaje, tras lo cual termina relatando al grupo su propia experiencia. Ahí es cuando se produce la magia de la lectura compartida.

Verónica Ordóñez, encargada de la Biblioteca Pública de Los Lagos y coordinadora del club de lectura, asegura que las participantes "están encantadas con esto de venir a la biblioteca, incluso una señora me decía 'yo nunca había leído un libro, yo sólo veía las telenovelas', en cambio ahora conversa sobre los libros que lee con su niña que está en básica y que también los lee. O sea, se nota que tomaron la lectura como algo habitual en su vida".

Es con este tipo de iniciativas que se hace carne el objetivo de convertir a las bibliotecas públicas en lugares de encuentro que trasciendan la lectura, la cultura y la recreación, en espacios comunitarios que satisfagan necesidades humanas y mejoren la calidad de vida de sus habitantes.

"Valoro positivamente que estos espacios se hayan conformado en la biblioteca y se mantengan gracias a las propias personas que participan en ellos y demandan nuevos encuentros en torno a la lectura. Los clubes de lectura son espacios que contribuyen a que las personas se expresen y compartan con otros, no solo en términos de comentar una lectura, sino el compartir visiones de mundo, valores, experiencias de vida", comenta Yohanna del Río.

ALGUNOS TITULOS DE LOS CLUBES DE LECTURA

  • Leyla - Feridun Zamiglu
  • La Camisa - Yengueni Grishkovets
  • El Sueño del Celta - Mario Vargas llosa
  • La Hermana - Sandor Marai
  • El Cuaderno de Maya - Isabel Allende
  • Seda - Alessandro Baricco
  • La Mujer de Andros - Thornton Wilder
  • Los Cuatro Acuerdos - Miguel Ruiz
  • Madre que estás en los cielos - Pablo Simonetti
  • Ud. Puede sanar su vida - Louise Hay
  • El Lector - Bernhard Schlink
  • Chesil Beach - Ian Mcewan
  • 10 mujeres - Marcela Serrano
  • Orgullo y Prejuicio - Jean Austen
  • Juan Salvador Gaviota - Richard Bach
  • La Elegancia del Erizo - Muriel Barbery
  • Al oeste de Roma - John Fante
  • Maridos - Angeles Mastretta
  • La saliva del tigre - Pablo Gonz
  • Estrella distante - Roberto Bolaño
  • La ídola - Germán Marín
  • La Reina Isabel cantaba rancheras - Hernán Rivera Letelier
  • Un mundo feliz - Aldous Huxley
  • La tregua - Mario Benedetti
  • La soledad de los números primos - Paolo Giordano
  • El túnel - Ernesto Sábato
  • Una habitación con vistas - E.M Forster
  • Los santos inocentes - Miguel Delibes
  • La familia de Pascual Duarte - Camilo José Cela
  • Bonsái - Alejandro Zambra
  • Engaño - Philip Roth
  • La insoportable levedad del ser - Milan Kundera
  • El extranjero - Albert Camus
  • La tía Julia y el escribidor - Mario Vargas Llosa
  • El guardián entre el centeno - J.D Salinger
  • De ratones y hombres - John Steimbeck
  • Adiós Mr. Chips - James Hilton

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