Los días 10, 11 y 12 de diciembre se realizó el Encuentro de Capacitación y Evaluación de Bibliotecas en Contextos de Encierro, organizado por el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas y BiblioRedes con el objetivo de capacitar a los nuevos encargados de bibliotecas.

Fueron tres jornadas que tuvieron lugar en el Museo de la Educación Gabriela Mistral en las que los participantes pudieron conocer y compartir experiencias de bibliotecas públicas y de bibliotecas de recintos penitenciarios que ya llevan un tiempo funcionando.

La principal novedad de esta versión 2019 fue la incorporación de los encargados de bibliotecas en centros del Servicio Nacional de Menores (SENAME), quienes junto a encargados de bibliotecas antiguas de cárceles, monitores de talleres de fomento lector, encargados regionales y nacionales de Gendarmería, entre otros invitados, se hicieron parte de esta instancia de reflexión y evaluación del Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios que ya cumplirá 5 años desde su instauración.

Durante el encuentro se abordó una diversidad de temas asociados a la implementación de servicios bibliotecarios en contextos de encierro, desde la gestión de la colección bibliográfica, el fomento lector, los talleres de capacitación, así como nuevos proyectos que se implementarán a futuro, como la ludoteca.

El encuentro incluyó una visita de los participantes al Centro de Cumplimiento Penitenciario Colina 1, instancia en la que conocieron el impacto que ha significado la implementación de los servicios asociados al plan el dicho recinto.

Plan de Bibliotecas en Recinos Penitenciarios

El Plan es una iniciativa implementada el año 2015 que a la fecha está presente en 60 recintos penitenciarios del país y que al finalizar este año llegará a 69 cuando se inauguren otras 9 bibliotecas en distintas cárceles del país, además de cuatro centros del SENAME.

El principal objetivo de la gestión bibliotecaria en los recintos penitenciarios es hacer de las bibliotecas verdaderos espacios de acercamiento a la lectura, inspiración y creación, donde las personas que viven en contextos de encierro tengan una nueva oportunidad de expresarse y encontrarse.

En líneas generales el Plan de Bibliotecas en Recintos Penitenciarios, se estructura a través de tres aristas: la implementación total de la biblioteca, la capacitación inicial y continua del encargado de la biblioteca - usualmente un funcionario de Gendarmería - y, finalmente, la dinamización de la colección bibliográfica, a través de diversos talleres de fomento lector, concursos literarios y estrategias de difusión, internas y externas.

Cada biblioteca cuenta además con un Centro de Recursos Digitales, que consiste en un laboratorio de computación implementado con contenido offline múltiple, dispuesto para favorecer los procesos de Alfabetización Digital, así como también para apoyar con recursos digitales las actividades laborales, educativas y de entretención que existen en cada cárcel.

La biblioteca en contextos de encierro está dirigida no sólo a internos, sino también a gendarmes, profesores, profesionales de las áreas psicosociales, funcionarios en general e incluso a los familiares de todas estas personas que habitan o trabajan en cada recinto penal. Cada uno de estos grupos es beneficiario, y a la vez cumple un rol fundamental, directa o indirectamente, para conseguir el objetivo del proyecto.