Alrededor de 70 personas se dieron cita en Punta Arenas, en la oficina de Dirección Regional de Gendarmería, en la 1ª Jornada de Participación Ciudadana de Diseño: "Habilitación Construcción Archivo y Biblioteca Regional, Punta Arenas" que busca recoger propuestas de la sociedad civil para incorporarlas al diseño y gestión del edificio que albergará la Biblioteca Regional y el Archivo Regional de Magallanes.

A la reunión asistió el director regional de arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, Jorge Cortés; Isabel López, coordinadora regional de bibliotecas públicas de Magallanes; Marco Bravo, coordinador general del Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas; Raquel Cancino, profesional a cargo del área de Infraestructura del Sistema Nacional de bibliotecas Públicas; Marcela Morales, representante del Archivo Nacional de la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos, Dibam; consejero de la sociedad civil de Punta Arenas, Víctor Aguilar; Elvira Guala, de la Agrupación Timbalada do Sur; representantes de la comunidad Huilliche, entre otras importantes agrupaciones locales.

El proyecto arquitectónico que albergará la nueva Biblioteca y el Archivo regionales, contempla la restauración de la ex cárcel de Punta Arenas, la demolición de elementos no originales, la construcción de un nuevo edificio, y la restitución del volumen del pensionado. La obra final tendrá una superficie total de aproximadamente 5.500 metros cuadrados.

El anteproyecto de infraestructura fue presentado por el equipo de participación de la consultora "Rodrigo Aguilar + Proyecto Colectivo", quienes trabajan codo a codo con el equipo de arquitectos que se adjudicaron el "Concurso de Anteproyectos de Arquitectura para la Biblioteca y el Archivo Regional de Magallanes". El trabajo ganador fue el de Rodrigo Aguilar Pérez, junto al equipo compuesto por Giulio di Guiseppe, Ignacio González, Cristián Merino, Rodrigo Fernández y Francisco Cruz.

Jorge Cortés, director regional de arquitectura del Ministerio de Obras Públicas, señaló a Prensa Austral que "la participación ciudadana se seguirá desarrollando, tenemos un Focus group en agosto y en octubre, otra citación a la comunidad. El proceso participativo durará toda la consultoría del diseño, que tiene un plazo de duración de un año y medio, por lo que debiésemos estar terminando los diseños a fines del próximo año".

En la reunión se realizaron 4 mesas paralelas de discusión sobre patrimonio, diseño de la biblioteca y diseño del archivo regional.

El encargado del proyecto de participación ciudadana, Rafael Crisosto, destacó el resultado de la convocatoria de la primera reunión. Asimismo, indicó que "la idea del proceso de participación es que sea una instancia en que no haya diferencias entre los técnicos y los ciudadanos. Todas las opiniones que recogimos valen por igual y estarán sistematizadas para la entrega formal de la propuesta", puntualizó.

Finalmente, Crisosto profundizó en el proceso siguiente, indicando que "habrá entrevistas grupales durante la segunda semana de agosto de 2015. En esa oportunidad, serán invitados vía e-mail, las personas que participaron durante esta jornada, además de todos aquellos que se quieran sumar. También se realizarán entrevistas grupales a los usuarios que implica este proyecto y, posteriormente, llevaremos a cabo la consulta online. Todas las propuestas de servicios o funciones que lleguen desde los usuarios serán incorporadas".

El nuevo diseño conserva la historia patrimonial de Magallanes

La propuesta plantea la recuperación de los edificios estableciendo trabajos de continuidad y consolidación de elementos arquitectónicos originales, edificación patrimonial y su entorno, incluyendo referencias históricas, limpieza de ampliaciones posteriores, y considerando los distintos bloques que se comunican por medio de patios, los que son receptores de la luz natural.

Asimismo conserva la estructura de la Dirección Regional de Gendarmería y el inmueble de la antigua penitenciaría local.

El anteproyecto valora especialmente la memoria histórica de la construcción, por ello propone el interior de la ex cárcel sea el corazón de la Biblioteca Regional, asumiendo el paso del tiempo y la ruina como un ente vivo, manteniendo así las huellas del pasado.

Complementa esta intervención un edificio -dispuesto sobre la calle Chiloé- con una forma de caja elemental, opaca y hermética, a la manera de los galpones de las estancias magallánicas, pero siguiendo las proporciones y ritmos del volumen de gendarmería.

Además, el nuevo inmueble tendrá tres niveles que albergarán las salas de almacenamiento de documentos, y un nivel subterráneo donde se ubicará el auditorio.